Obra "Las Fabricantes de Tortas"
de Alejandro Urdapilleta.
Obra Ganadora de la
Fiesta Provincial del Teatro-
martes, 24 de marzo de 2009
domingo, 22 de marzo de 2009
REM
Movimientos-Oniria-Lenguaje
Sueño y realidad, ensoñación y despertar, son todos partes de un mismo proceso, no muy bien aclarado, pero útil para el hombre.
Seres que giran alrededor de un círculo, en sentido contrario a las agujas del reloj, casi se tocan, se espantan, son vulnerables, son victimas y victimarios. ¿De quien? …de ellos mismos, de sus fantasmas.
El proceso onírico expone el inconsciente, expone aquello que permanece atado, reprimido. Expone el olfato nauseabundo y las ganas de “no”.
¿Cómo huir de nosotros mismos? Si somos nuestra propia carga, en la carga de nuestros hombros.
¿Cómo huir de los miedos y pesares?
Tal vez reinventándonos, tal vez creando un simulacro de la realidad, una exacerbación encarcelada, circular, repetitiva y absurda.
Un mundo en donde las palabras aíslen la agonía del alma.
Un universo que nos cobije en la rimas de un cuento.
¿Y si no lo logramos?
¿Y si las ráfagas de ambos mundos se conectan?
¿Y si de pronto veo cruzar los sueños ajenos?
¿Y si ahora son nuestros?
¿Y si el amor?
¿Y si el servil objeto de deseo?
¿Y si la lucha intrincada de los sexos?
¿Y si se rompe la hoja del libro de cuentos?
¿Y si aquel libro es invadido por libros pequeños?
La palabra es usada como un código más de aislamiento, pues el código es cifrado entre ellos, pero no hay traducción al código ajeno.
La palabra también perturba y construye un mantra, en donde acciones repetidas y frases usadas una y otra vez, crean una burbuja sonora y visual, capaz de amortiguar la psiquis y bloquear nuevos estímulos. Aunque tal vez podría aceptarse, que el trance buscado por los personajes los hace sensibles a otras regiones del universo.
Usamos el absurdo entonces como camino mántrico que lleva a los personajes a la percepción de sus sueños más profundos. En esta última frase quiero referirme, a que si bien la visión de los sueños del otro es espontánea, también es cierto que la repetición de palabras o frases hace que la psiquis baje su nivel energético y se ubique en un estado receptivo particular.
Sueño y realidad, ensoñación y despertar, son todos partes de un mismo proceso, no muy bien aclarado, pero útil para el hombre.
Seres que giran alrededor de un círculo, en sentido contrario a las agujas del reloj, casi se tocan, se espantan, son vulnerables, son victimas y victimarios. ¿De quien? …de ellos mismos, de sus fantasmas.
El proceso onírico expone el inconsciente, expone aquello que permanece atado, reprimido. Expone el olfato nauseabundo y las ganas de “no”.
¿Cómo huir de nosotros mismos? Si somos nuestra propia carga, en la carga de nuestros hombros.
¿Cómo huir de los miedos y pesares?
Tal vez reinventándonos, tal vez creando un simulacro de la realidad, una exacerbación encarcelada, circular, repetitiva y absurda.
Un mundo en donde las palabras aíslen la agonía del alma.
Un universo que nos cobije en la rimas de un cuento.
¿Y si no lo logramos?
¿Y si las ráfagas de ambos mundos se conectan?
¿Y si de pronto veo cruzar los sueños ajenos?
¿Y si ahora son nuestros?
¿Y si el amor?
¿Y si el servil objeto de deseo?
¿Y si la lucha intrincada de los sexos?
¿Y si se rompe la hoja del libro de cuentos?
¿Y si aquel libro es invadido por libros pequeños?
La palabra es usada como un código más de aislamiento, pues el código es cifrado entre ellos, pero no hay traducción al código ajeno.
La palabra también perturba y construye un mantra, en donde acciones repetidas y frases usadas una y otra vez, crean una burbuja sonora y visual, capaz de amortiguar la psiquis y bloquear nuevos estímulos. Aunque tal vez podría aceptarse, que el trance buscado por los personajes los hace sensibles a otras regiones del universo.
Usamos el absurdo entonces como camino mántrico que lleva a los personajes a la percepción de sus sueños más profundos. En esta última frase quiero referirme, a que si bien la visión de los sueños del otro es espontánea, también es cierto que la repetición de palabras o frases hace que la psiquis baje su nivel energético y se ubique en un estado receptivo particular.
Cesar G. Dominguez
Fiesta Nacional-Chaco 2009
El grupo Indigo- arte teatral, participará de la Fiesta Nacional del Teatro, Chaco 2009, con su obra "REM", a continnuacion una breve critica publicada el Lunes 16 de Marzo por La Gaceta (san Miguel de Tucumán)
El sábado a la noche La Sodería volvió a abrir las puertas de la casa para presentar “REM”, del grupo Indigo Arte Teatral, obra que el año pasado consiguió el primer premio de la Fiesta Provincial del Teatro. Terminada la función, el público se instaló en el jardín a tomar unos tragos mientras esperaban el turno de las chicas de Pan Duro, que ofrecieron su recital performático al ritmo del hip-pop.“REM” toma como punto de partida la experiencia onírica, la relación -no siempre pacífica- que el hombre establece con sus sueños en esa realidad que crea el inconciente. La obra dirigida por César Domínguez utiliza casi todos los espacios de La Sodería, y son los actores los que van guiando al público a través de la sala, indicando dónde deben ubicarse. “¡Bajo la luz!”, exclama uno de ellos, y entonces todos los espectadores permanecen parados en el círculo iluminado.La oscuridad, la cercanía con los actores y la interacción con el público hacen crecer la sensación que se extiende a lo largo de toda la obra: una mezcla rara entre familiaridad y confusión, algo muy similar a lo que se “vive” en un sueño; todo en un clima extremadamente denso, detalle con el que, el calor del sábado, colaboró ampliamente, dejando los cuerpos empapados tanto del público como de los actores. “No abras esa puerta. El corredor está lleno de sueños difíciles”, le susurraba un personaje a su compañero dentro del sueño, aumentando la sensación de misterio e intranquilidad.“REM” recrea situaciones y personajes de cuentos cuyas tramas tienen relación con los sueños, como “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll y “Ojos de perro azul”, de Gabriel García Márquez. “Eres el único hombre que, al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado”, le dice Alicia al sombrerero, que siente esas palabras como un insulto. “La debilidad de los sueños es que siempre tienen un final”, reflexiona otro de los personajes.La pieza, que fue seleccionada para representar a la provincia en la Fiesta Nacional de Teatro Chaco 2009, cuenta con las actuaciones de Gonzalo Véliz, Fabiola Quintos, Sergio Paz, Onás Salto Leitón, Liliana Juárez y Javier Lazarte,
El sábado a la noche La Sodería volvió a abrir las puertas de la casa para presentar “REM”, del grupo Indigo Arte Teatral, obra que el año pasado consiguió el primer premio de la Fiesta Provincial del Teatro. Terminada la función, el público se instaló en el jardín a tomar unos tragos mientras esperaban el turno de las chicas de Pan Duro, que ofrecieron su recital performático al ritmo del hip-pop.“REM” toma como punto de partida la experiencia onírica, la relación -no siempre pacífica- que el hombre establece con sus sueños en esa realidad que crea el inconciente. La obra dirigida por César Domínguez utiliza casi todos los espacios de La Sodería, y son los actores los que van guiando al público a través de la sala, indicando dónde deben ubicarse. “¡Bajo la luz!”, exclama uno de ellos, y entonces todos los espectadores permanecen parados en el círculo iluminado.La oscuridad, la cercanía con los actores y la interacción con el público hacen crecer la sensación que se extiende a lo largo de toda la obra: una mezcla rara entre familiaridad y confusión, algo muy similar a lo que se “vive” en un sueño; todo en un clima extremadamente denso, detalle con el que, el calor del sábado, colaboró ampliamente, dejando los cuerpos empapados tanto del público como de los actores. “No abras esa puerta. El corredor está lleno de sueños difíciles”, le susurraba un personaje a su compañero dentro del sueño, aumentando la sensación de misterio e intranquilidad.“REM” recrea situaciones y personajes de cuentos cuyas tramas tienen relación con los sueños, como “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll y “Ojos de perro azul”, de Gabriel García Márquez. “Eres el único hombre que, al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado”, le dice Alicia al sombrerero, que siente esas palabras como un insulto. “La debilidad de los sueños es que siempre tienen un final”, reflexiona otro de los personajes.La pieza, que fue seleccionada para representar a la provincia en la Fiesta Nacional de Teatro Chaco 2009, cuenta con las actuaciones de Gonzalo Véliz, Fabiola Quintos, Sergio Paz, Onás Salto Leitón, Liliana Juárez y Javier Lazarte,
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